martes, enero 24, 2006

Pobre Ricardo...

-Acá hay una cosa. Dijo Roco.-Si vos la agarrás a la mina por atrás, viste asi de la cintura, seguro que se da vuelta y te y te da un tortazo, Mario.
-No, no es tan asi, vos tenés que ser suave, además la mina te tiene que ver venir asi como de costado. Fijáte este es un lugar de caballeros, por ahí si te propasas salta algún macho y reacciona mal.
La barra quedaba solo para ellos dos y dominaban todo el salón con la mirada -Vos encarás, la ves, junás la respuesta visual, asi viste, si te mira y baja la vista despacio abriendo la boca, es tuya Roco, no dudás!
-Bueno pero viste como soy yo, se me hace difícil. Vos pensá que a mi hermana desde que la quisieron hacer casar con el flaco ese que
le pegaba, a mi me agarró un respeto por la mujer… un respeto Mario!!
-Puede ser, vos sos un tipo bueno, compañero, sabés como buscan las minas a tipos como vos?? Lo que pasa es que no te haces conocer, no les entrás…
-Sabés como les quiero entrar Mario!

- No pajero, no les entrás con la mirada, con la charla, no dejás que te pregunten cosas... No seas boludo, a que mina no le gusta charlar…?
- Es que viste, vos tenés razón, pero yo soy un boludo, soy un boludo soy. Yo empiezo a tartamudear y las minas piensan: este tipo es un pelotudo, salio ayer del reformatorio.
-Y, es que no aprendés más vos...
Mario hacia piruetas con el hielo del vaso. Siempre tomaba ese Whisky de dos mangos que a él le gustaba, creo que iba siempre a ese lugar, por el whisky barato ese.
-Roco, cuando uno quiere seducir a una mujer, tiene que poner todo su encanto, olvidarse de donde está viste, hacerse el superado. Vos ya tenés una fija, la venis viendo y, algo se produce, una señal te dan.
-Claro vos Mario lo decís porque tenés experiencia. Ya pifiaste muchas veces.
-Ojo que quedaron muchas minas enamoradas de mi eh..Mirá la Claudia, ahí tenés, que me esperaba todos los viernes cuando yo salía del laburo, esas son minas fieles...

-Si pero vos me decías que al final no, que te pedía mucho, que no te alcanzaba el sueldo, no era una mina sencilla.
-Y, que querés... mina fina. Que los chocolates, que el cine, que si o si teniamos que ir a cenar.
Estuve dos meses sin poder pagar el alquiler, casi me echan de ahí.
-Bueno, por eso, vos ahora no le tenés miedo al fracaso, vos estas curtido. Yo salí tres meses nomás, con Margarita. Marga… haaay que linda época, le gustaba el azúcar ese viste el que te dan en el zoológico… Yo quería ir al cine viste, para intentar algo ahí en lo oscuro… Pero me compraba, Margarita me compraba... todos los sábados la llevaba al zoológico, cómo le gustaban los palitos esos con azúcar!
-Ahhh jaja, boludo, palito con azúcar chupó esa nada más. Te sacaba la guita, y además era una boluda…
-Che más respeto, que yo a Margarita la quería. Era tierna, que se yo.
-Ssii, tenía todo tierno...
-Pará che, que si la mina no cogió conmigo era porque era virgen.
-Si a la virgen le rezaba para no quedar embarazada Roco...
- No, che, no me hagás calentar...
Decía Roco chupando con la pajita el daikiri de banana.
-Era una piba bien, lo que pasa es que el viejo era jodido, siempre me desconfió. La madre no, la madre me quería como nuero, si hasta la seguía yendo a visitar después que se fué.
Mario se puso una mano en el otro codo y lo miró entrecerrando los ojos, como queriéndole prestar más atención. - Adonde era que se había ido che??
-A una convención de la arquidiósesis en Córdoba. Con el tío ese de ella viste?
-Cual, el barba? Jajajaja, No! no me digas... Se fue con el Barba? El tío decís que era? Jajaja...
-Qué te pasa, de que te reís?
-No de nada, de nada, dejalo.
-Si bueno después no la vi más, se fue esa tarde con el tío en la moto esa grandota, esa todo con cuero negro.
-Si la del barba.
-Si esa, la del tío, Barba le decían?
-No se me parece, puede ser.
-Bueno y después se quedó allá, no sé tiene un hijo ahora, esta casada con un tipo mas grande, no sé quien es.
-Y bueno, tenés el recuerdo por lo menos.
-Ssii, como le quedaba ese vestidito con voladitos al viento en la moto cuando se fue...
-Largá Roco, ahora a lo nuestro.
Mario se erguió en el tabuerete y movía las manos como predicador.
- Vos tenés que entrar de alguna forma en la conversación, y empezas, y después se va dando la cosa.
Eran ya la una y media de la mañana, Mario pidió otro whisky, Roco hacía ruido con la pajita en el fondo del vaso y, ahí en la parte del bar empezaba a haber ya más movimiento.
-No boludo mirá, me esta mirando, la concha de la lora.
-Dale boludo andá, mira como te juna, invitala con algo.
-No, te parece???
-Pero si Roco... a parte te mira a vos. Te juro que si nos miraba a los dos y no a mi solo ehh...! Si nos miraba a los dos, pero te pegaba un codazo e iba yo, pero te esta mirando a vos… Sabés las minas que me levanté como esas? Qué va a ser… son años. Andá, esta te la perdono, te la dejo a vos.
-Si... Tenés razón. Huy Mario estoy empezando a chivar. Yo sabía que me tenia que poner el desodorante ese fuerte, ese de bolilla. Pero viste, con el apuro, me llamaste tarde boludo.
-Yo me bañé hoy a la mañana y tengo olor a flores, y?
-Bueno pero vos no chivas, vos no chivas boludo. Te dije llamame temprano si veníamos aca.
-Mirá, ahí viene, uhhh esta con otra... ahí vienen las dos.
-Para boludo... ya sé Mario, no me rajo eh, no me rajo pero voy al baño y vuelvo.
-No seas boludo, ahora me dejas solo a mi sino.
-Y que querés que haga, me voy a limpiar un poco el sobaco.
-Pero veni boludo, ya está, estamos jugados.
-Hola, que tal… me das fuego??
La puta que lo parió, pensaba el Roco, justo esa vez que tenía todo al pie, cortita ahí, al lado de la raya con el arquero tirado en el suelo, y se le acalambraban hasta las uñas.
-Ho, hoola, que tal…? Ssiii si, mi amigo, mi amigo Mario tiene fuego.
-Che Mario, Mario dale, dale fuego.
-Veni Roco… Yo no tengo fuego, no! dale vos.
-No por favor, dale fuego que a ver si le quemo el pelo, dale.
-Arreglate vos viejo! Animáte, hacéte hombre. Reaccioná de una vez...
Al Roco esas palabras le calaron muy profundo, se le prendió una tecla, le hizo una especie de crack el mate, y se dio vuelta... encaró a la mina y, tocándole un pecho le dijo:-Mamita yo no tengo fuego aca, mi amigo tampoco, si querés aca abajo tengo una hoguera...
El Mario levantó la vista,sereno entrecerrándo los ojos, esperándo lo inevitable.
-Vos estas tarado pibe, Salí enfermo! qué tarado suelto que viene aca!!!

Las minas se fueron, y Mario expresaba una mirada de desolación. Hacía esa mueca de negación cortita, mandibuleando de un lado para el otro, mirando para el suelo.
-Haaaay Roco, cuando vas a aprender... Suave te dije, suave!!! Sos un animal. Con vos no cabareteo nunca más.